Y si le matare el diente de su siervo o el de su sierva, lo dejará en libertad por causa de su diente. La pérdida, no solo de algún miembro del cuerpo, sino incluso de un solo diente, como resultado del tratamiento del amo, daba derecho al esclavo a su libertad. En lo que respecta a los cristianos, saben que no deben herir ni dañar a su prójimo en su cuerpo. No insistirán en ninguna ley de represalia, ya que el otorgamiento de indemnizaciones es una función del gobierno, pero tendrán en cuenta la amonestación del Señor a la bondad y la apacibilidad.

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