Y el Señor dijo a Aarón: Ve al desierto para encontrarte con Moisés. Esto mostró que el favor del Señor se había vuelto una vez más hacia Moisés. Su esposa no estaba completamente de acuerdo con él y su creencia en ese momento, pero la llegada de Aarón sería un gran consuelo para él. Y fue y se encontró con él en el monte de Dios, en el monte Horeb, y lo besó, siendo este cordial saludo tanto más natural cuanto que los hermanos no se habían visto en unos cuarenta años.

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