La gracia de Dios al enviar a Aarón a encontrarse con Moisés, y en el mismo lugar en el que el Señor se le apareció por primera vez, es muy sorprendente. ¡Lector! no pases por alto esto. Quizás su propia historia pueda brindarle muchos ejemplos de la gentil reunión de sus amigos y ayudantes, bajo la dirección del Señor.

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