Entonces sacarás tus cosas, como su cayado, su saco de estiba, sus utensilios de cocina, de día a la vista de ellos, como material para quitar; y saldrás al atardecer , después de la llegada del crepúsculo, a sus ojos, como los que salen al cautiverio, no emigrantes por su propia voluntad, sino bajo restricción.

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