También tus pañuelos, los gorros que usaron para tan malvados propósitos, arrancaré y libraré a mi pueblo de tu mano, y no estarán más en tu mano para ser cazados, para ser presa de sus malvados designios; y sabréis que yo soy el Señor, sus justos juicios, cumplidos de esta manera, siendo una prueba de su verdadera divinidad.

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