para que lleves tu propia vergüenza, sufras el merecido castigo y seas confundido por todo lo que has hecho, en el sentido de que eres un consuelo para ellos, y su propia restauración eventual sirve de estímulo para otros pecadores, para que ellos también puede encontrar misericordia.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad