Por lo tanto, del último versículo nos damos cuenta de que Dios no dio a los judíos ninguna esperanza de seguridad, sino que confirma su destrucción total, de modo que no se esperaba ninguna seguridad futura. Porque él dice que puedes soportar tu reproche y avergonzarte, es decir, porque habían pecado gravemente, como he dicho antes, y no se habían arrepentido de su maldad. Agrega, al consolarlos. Habla de la manera ordinaria de los hombres, ya que los miserables sienten cierto consuelo al verse perecer entre una gran multitud. Este es el consuelo del que habla el Profeta, no que la tristeza de Sodoma y Samaria se mitigara cuando veían a los judíos unidos a sí mismos, sino que, como he dicho, Dios adopta el lenguaje común de los hombres. Sigue -

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