Porque en mi monte santo, en el monte de la altura de Israel, dice el Señor Dios, en la Sión del Nuevo Testamento, estará toda la casa de Israel, todos los que pertenecieron al verdadero Israel espiritual, todos los los de la tierra, sírveme; allí los aceptaré como hijos suyos por fe, y allí exigiré tus ofrendas y las primicias de tus oblaciones con todas tus cosas santas, es decir, la adoración que se hace en espíritu y en verdad.

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