se afila para hacer una dolorosa matanza, literalmente, "que, matando, puede matar"; está pulido para que brille, el destello de su blandiendo el terror impacta en los corazones de todos los espectadores. ¿Deberíamos, entonces, regocijarnos? Desprecia la vara de mi hijo, como todo árbol, literalmente: "¿Nos regocijaremos por la vara de mi hijo, menospreciando todo árbol?" o, "¿Nos regocijaremos diciendo: El cetro de mi hijo desprecia todo árbol?" es decir, el poder real y la autoridad de Judá podían permitirse despreciar cualquier otro poder como inferior, a causa de la promesa mesiánica a Judá.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad