Tú eres el querubín ungido que cubre, porque él, como rey ungido, tenía el deber de proteger a una nación de pueblos, como un santuario al cuidado de Dios; y yo te he puesto así; estabas en el monte santo de Dios, porque él era el representante de Dios en el gobierno del estado de Tiro; Caminaste de un lado a otro en medio de las piedras de fuego que, como un muro de fuego erigido por Dios, protegían al rey en su oficio. Tenga en cuenta que todas las imágenes están tomadas del verdadero culto en el templo y de las funciones de los reyes de Judá, con las que Ezequiel estaba familiarizado.

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