En ese día saldrán de Mí mensajeros en barcos, es decir, egipcios que huyen de la calamidad que amenaza a su país y que ahora actúan como mensajeros del Señor en el sentido de que ahora podrían hablar de su propia experiencia con respecto a los juicios del Señor, para hacer el los etíopes descuidados temen, para llenarlos de un pavor saludable del castigo que los amenaza, y vendrá sobre ellos un gran dolor, una angustia severa, como en el día de Egipto, cuando el destino golpeó a la nación más poderosa; porque, he aquí, vino, fue inevitable, porque fue anunciado por el Señor, cuya palabra siempre se cumple así como Él ha planeado Sus castigos sobre todas las personas desobedientes, para llegar en el tiempo determinado por Él.

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