Sí, haré que los hombres caminen sobre ti, sobre los montes de Israel, mi pueblo Israel, la nación elegida del Señor en el sentido más pleno y pleno del término; y te poseerán, y tú serás su herencia, cuyas bendiciones gozarán, y de ahora en adelante no los privarás de hombres, es decir, a causa del hecho de que el hambre, la pestilencia y la guerra serían provocadas por el apostasía de los habitantes de la tierra.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad