para que quieran pan y agua, tengan una gran necesidad de la comida que apenas alcanza para sus necesidades diarias, y se asombren unos con otros, con la mirada estupefacta de la desesperación total, y se consuman por su iniquidad. Así, el Señor, mediante estas diversas señales, expuso la destrucción temprana de Jerusalén y los sufrimientos que sobrevendrían a sus habitantes en relación con la conquista caldea.

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