Y he aquí, te pondré ataduras, sujetándolo, haciéndolo aguantar con paciencia la difícil hazaña propuesta, y tú no te voltearás de un lado a otro, para aliviar el tedio de acostarte solo de un lado. , hasta que hayas terminado los días de tu sitio, el cumplimiento del tiempo indica la conquista de la ciudad. No importa de qué manera Dios dé a conocer Su voluntad, el hecho sobresaliente es que ciertamente se cumplirá, porque ninguna de sus palabras puede fallar.

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