Él también clamó en mis oídos, a gran voz, enfatizando así el Señor la importancia de Su mandato, diciendo: Haz que los que tienen autoridad sobre la ciudad, los centinelas celestiales, los ángeles por medio de los cuales el Señor tenía la intención de llevar a cabo Su castigo, para acercarse, incluso cada uno con su arma destructora en la mano, para castigar a los impíos.

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