Y sucedió que partiendo del oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar; y moraron allí. Desde las tierras altas de la cordillera de Ararat, los supervivientes del Diluvio y sus familias descendieron gradualmente en dirección este hasta llegar a la gran llanura donde fluyen los ríos Éufrates y Tigris. Es una llanura rica y fértil, o lo era en aquellos días, y la gente se vio obligada a abandonar su forma de vida nómada y establecer sitios permanentes para hogares.

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