Y suplicó bien a Abram por causa de ella; y tenía ovejas, vacas, asnos, siervos, siervas, asnos y camellos. Estos fueron los ricos obsequios del faraón al supuesto hermano de la mujer a quien codiciaba para su esposa, o una de sus esposas. Estos regalos colocaron a Abram en una situación peculiar, porque debe haber sentido que los estaba obteniendo con falsas pretensiones, y sin embargo no podía rechazarlos sin exponer su plan.

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