Y dijo: Ciertamente volveré a ti según el tiempo de la vida; y he aquí Sara, tu mujer, tendrá un hijo. El Señor mismo, como portavoz, abrió la conversación preguntando por Sara. Abraham, sin la vacilación que la moderna vida pervertida podría hacerle sentir, pudo responder que ella estaba dentro de la tienda. Entonces el Señor le anunció su visita al mismo tiempo en el próximo año, indicando que Sara tendría un hijo. Y Sara lo oyó a la puerta de la tienda que estaba detrás de él.

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