Que fueron un dolor de espíritu para Isaac y Rebeca. Eran literalmente una amargura de espíritu para ellos, les causaron muchas horas amargas, su ascendencia pagana en sí misma era mortificante, y su creencia y conducta paganas coincidían con sus tradiciones ancestrales. Cuando los factores temporales y carnales son decisivos en el asunto del matrimonio, lo más probable es que la verdadera felicidad no viva en ese hogar. Los jóvenes cristianos no pensarán en dar este paso tan importante sin el conocimiento y consentimiento de sus padres.

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