El Dios de Abraham y el Dios de Nacor, el Dios de su padre, es decir, el Dios de Taré, juzgue entre nosotros. Labán, el idólatra, es bastante indefinido al nombrar a su dios, aunque trata de encontrar puntos en común. Y Jacob juró por el temor de su padre Isaac, por el Dios a quien su padre adoraba y a quien sabía que era el único Dios verdadero.

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