y he aquí, en lugar de tal arrepentimiento y duelo, gozo y alegría, matando bueyes y matando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, en juerga obstinada e imprudente: comamos y bebamos, que mañana moriremos, siendo tal el invitación con la que los judíos pecadores se exhortaban unos a otros a una vergonzosa indiferencia del llamado del Señor a través de sus fieles profetas.

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