Y sobre él colgarán toda la gloria de la casa de su padre, siendo él el portador de la honra de toda la familia, la descendencia y el linaje, los descendientes de la familia, altos y bajos, todos los vasos de pequeña cantidad, del vasos de copas, incluso para todos los vasos de jarras, los humildes y humildes en su relación, así como los honorables, recibiendo su parte del honor que se le ha impuesto. La profecía aquí toma un giro despectivo, ya que el Señor considera a estos parásitos que quieren compartir la gloria de Eliaquim.

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