Porque así dice el Señor Dios, el Santo de Israel: Al regresar y descansar, volviéndose al Señor en verdadero arrepentimiento y confiando completamente en Él, seréis salvos, hallando liberación de todos los peligros que los acechan; en la tranquilidad y en la confianza, dejando que el Señor solo los guíe y dirija en todos sus asuntos, será su fuerza, que es el secreto del poder que poseen todos los creyentes; y ustedes, los incrédulos, por su propia terquedad, no quisieran privarse de las grandes bendiciones que se encuentran en asociación con el Señor a través de Su Palabra.

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