Pero dijiste: No; porque huiremos sobre caballos, y se jactan de que no podían esperar para enfrentarse al enemigo en caballos veloces; por tanto, huiréis; es decir, al tratar de escapar del ataque victorioso de sus adversarios; y, cabalgaremos sobre los veloces, ansiosos por arriesgar la batalla en niveles de carrera, caballos conocidos por su velocidad; Por tanto, los que te persiguen serán prestos, y el Señor dará la victoria a sus enemigos.

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