16. Huiremos a caballo; por eso huirás. Él muestra cómo se negaron a esperar con calma la salvación del Señor; porque prefirieron "huir" a los egipcios. Esta es una instancia muy hermosa de (ἀντανάκλασις) arrojando una expresión, por la cual hace que sus palabras, tan llenas de confianza, retrocedan sobre sí mismas. En la primera de estas cláusulas, "huir" significa "escapar", y en la segunda significa "tomar vuelo". Los judíos dijeron que sería mejor para ellos si adoptaran medidas oportunas para protegerse contra el peligro que estaba al alcance de la mano y, en consecuencia, que protegerían mejor su seguridad pidiendo la ayuda de los egipcios. "Ciertamente huirás", dice Isaías, "no para encontrar un lugar de refugio, sino para darte la espalda y ser perseguido por caballos más rápidos que el tuyo".

Ahora percibimos más claramente cuál es la falla que describe Isaías. Por la clara respuesta, No, él muestra cuán obstinadamente se negaron a cumplir con el consejo que les dieron los profetas, y prefirieron mantener su seguridad de otra manera. Por lo tanto, al despreciar a Dios, dieron preferencia a una apariencia de seguridad sin fundamento, que se habían permitido imaginar. Deberíamos, por lo tanto, apartar nuestras mentes de mirar las apariencias actuales y la asistencia externa, para que puedan estar totalmente centradas en Dios; porque es solo cuando estamos desprovistos de ayuda externa que confiamos plenamente en él. Es lícito para nosotros usar las cosas de este mundo para nuestra asistencia, pero abusamos de ellas por nuestra maldad al abandonar a Dios.

También es apropiado observar cuán infeliz es el fin de quienes confían más en las ayudas externas que en Dios; porque todo debe ser infructuoso y contrario a sus expectativas; Como vemos que estos hombres, en sus intentos por encontrar seguridad, están obligados a emprender un vuelo que es muy vergonzoso y del que no obtienen ninguna ventaja. Al principio hay cierta apariencia de prosperidad; pero el único efecto es que el cambio de condición hace que el resultado final sea más amargo y angustiante. Y, sin embargo, Isaías no afirma que no recibirán ayuda de Egipto, sino que les advierte que el Señor encontrará nuevos métodos para frustrar esa asistencia, de modo que no puedan escapar de su mano; porque, aunque todos los hombres estén de acuerdo, no lograrán oponerse a Dios y a sus propósitos.

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