Tiemblen, mujeres que están a gusto, descansando en la presumida satisfacción de sí mismas; inquietaos, descuidados, que imaginaban con cariño que las circunstancias a las que estaban acostumbrados nunca cambiarían; Desnúdate y desnudarte, dejando a un lado las ropas costosas con que se deleitaban, y ciñe tus lomos con cilicio, como señal de angustia, dolor y duelo.

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