Entonces dijo Ezequías a Isaías: Buena es la palabra de Jehová que has hablado. De buena gana se inclinó ante el decreto del Señor, tal como se le había pronunciado. Dijo además: Porque habrá paz y verdad en mis días, es decir, durante el resto de su reinado, al menos, Judá no sería acosado por los enemigos, y todos los aliados cumplirían su palabra y no precipitarían una crisis. , por todo lo cual el rey agradeció debidamente al Dador de todos los buenos regalos. Esa es una señal de verdadero arrepentimiento, si un pecador se inclina ante la voluntad del Señor, encontrando motivo para la acción de gracias en toda muestra de misericordia que le sea revelada.

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