Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. Nótese la repetición del cargo, con el énfasis implícito, el significado del discurso en plural que incluye a los mensajeros del Evangelio de todos los tiempos, y las invitantes designaciones "Mi" pueblo y "su" Dios. En el mismo encargo de Jehová hay un tierno llamado a los creyentes de todos los tiempos para que encuentren verdadero consuelo y consuelo en el mensaje de salvación.

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