que, por el contrario, confirma la palabra de su siervo, estableciendo el mensaje profético que proclamaron sus profetas, y cumple el consejo de sus mensajeros, de modo que ninguna de sus palabras caiga a tierra; que dice a Jerusalén: Serás habitada, levantándote una vez más de las ruinas, y hasta las ciudades de Judá, que también habían sido saqueadas y saqueadas: Seréis edificadas, y levantaré sus ruinas ;

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