He aquí, el Señor Dios me ayudará, estando a su lado contra todos los enemigos; ¿Quién es el que me condenará? a saber, mediante la presentación de una acusación que pueda estar fundamentada. He aquí, ellos, los adversarios, todos se envejecerán como un vestido, cayendo en el polvo al pudrirse; la polilla se los comerá, tal es su suerte, desde que se atrevieron a oponerse al Santo de Dios.

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