Por tanto, mi pueblo conocerá mi nombre, en vista de tal comportamiento de parte de los opresores; por tanto, en aquel día sabrán que yo soy el que habla, poderoso para la liberación de su pueblo y para derribar a todos los enemigos; he aquí, soy yo, el Señor es conocido por cumplir sus promesas. Es el mismo Señor de cuyo poder y misericordia dependemos en todas las vicisitudes de la vida, sabiendo que Él es el único Dios verdadero.

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