Porque tu Hacedor es tu Esposo, o "Tu Esposo es el que te hizo", el Todopoderoso Señor del universo; Jehová de los ejércitos es su nombre, el gran Dios del pacto; y tu Redentor, el Santo de Israel, que en el celo de su amor por su pueblo vence el poder de los enemigos. Será llamado Dios de toda la tierra, cuyo absoluto poder y autoridad son garantía para la Iglesia de su futura grandeza y gloria. Dios es siempre y en todo lugar el Redentor y Vindicador de su pueblo, una fuerte Roca de refugio para aquellos que confían en él.

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