pero vuestras iniquidades, los pecados con los que se cargaron la culpa sobre sí mismos, se han separado entre vosotros y vuestro Dios, erigiendo una barrera que hizo imposible que el Señor acudiera en su ayuda, y vuestros pecados han ocultado Su rostro de vosotros para que Él lo haga. No escuche, que su ira por su desobediencia le impedirá conceder su petición.

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