También he visto en los profetas de Jerusalén algo horrible, una abominación que lo llenó de aborrecimiento: cometen adulterio y andan en mentira, en una vida totalmente inmoral e hipócrita; Fortalecen también las manos de los malhechores, en lugar de reprenderlos y convertirlos, para que nadie se vuelva de su maldad; todos ellos son para Mí como Sodoma y sus habitantes como Gomorra, la esencia de toda pútrida maldad.

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