Hablé a Sedequías, rey de Judá, aplicándole las declaraciones de la primera parte del capítulo a él y a Judá en particular, de acuerdo con todas estas palabras, diciendo: Traed vuestros cuellos bajo el yugo del rey de Babilonia y servid a él y a sus hijos. personas y vivir, manteniendo su existencia nacional.

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