Por tanto, como castigo por tan idólatra conducta, se han retenido los chubascos, y no ha habido lluvias tardías, que eran absolutamente necesarias para la maduración de las cosechas en Palestina, Cf Levítico 26:19 ; y tenías frente de ramera, mostrando descarada osadía, te negabas a avergonzarte, a sentir vergüenza y arrepentimiento por el camino que ella había seguido. Por el contrario, Israel le habla al Señor con una voz confiada y presuntuosa, incluso en un tono de suave reprensión por la severidad inmerecida que Él exhibió.

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