Ahora bien, sucedió que cuando habían escuchado todas las palabras, se asustaron tanto unos como otros, es decir, sus rostros y porte mostraban el terror que sentían a causa de este pregón con sus horribles amenazas, un mensaje que era, al mismo tiempo, tan completamente en desacuerdo con los deseos y esperanzas del rey, y dijo a Baruc: Seguramente le diremos al rey todas estas palabras. Sintieron que era su deber como oficiales del reino dar a conocer lo que habían escuchado ahora, ya que afectaba a todo el país.

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