Y aconteció que cuando hubieron oído todas estas palabras, tuvieron miedo unos de otros, y dijeron a Baruc: De cierto contaremos al rey todas estas palabras.

Tuvieron miedo los unos de los otros - en hebreo 'tuvieron miedo cada uno de su vecino': atemorizados, se volvieron los unos hacia los otros. Esto mostraba, por su parte, vacilación y cierto grado de temor de Dios, pero no lo suficiente como para que estuvieran dispuestos a sacrificar el favor de un rey terrenal.

Seguramente diremos la clase - no el lenguaje de amenaza, pero implicando que el asunto es de tal importancia que el rey debe ser informado de ello, a fin de buscar algún remedio contra la ira divina.

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