También sus jornaleros, los mercenarios a su servicio, están en medio de ella como bueyes engordados, provistos de lo mejor de todo, para mantenerlos inclinados favorablemente; porque también ellos se volvieron atrás, aun perdieron todo su valor anterior, y huyeron juntos; no se pusieron de pie porque les había llegado el día de su calamidad y el tiempo de su visitación, cuando Dios visitaría su ira sobre ellos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad