Sus jornaleros están en medio de ella como bueyes engordados. - Literalmente, bueyes del establo. El profeta toca, por así decirlo, en la misma imagen. Los mercenarios - jonios, carianos y otros - en el ejército de Faraón-Ofra, que tenía su campamento en Bubastis (Herodes ii. 152, 163), deberían ser como un rebaño de ganado aterrorizado, alimentado al máximo, conducido a el matadero.

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