Habríamos sanado a Babilonia, pero ella no está sana, es imposible reparar su dolor. Dejadla, así que ahora se amonestan unos a otros, y vayamos cada uno a su país; porque su juicio llega al cielo, su culpa clama al Señor para ser vengada, y se eleva hasta los cielos, se eleva hasta las nubes.

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