Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor, Jehová, el Todopoderoso: He aquí, mi ira y mi furor se derramarán sobre este lugar, sobre Jerusalén, como centro de su nación, y desde allí sobre toda la tierra, sobre los hombres, y sobre las bestias, sobre el ganado que les pertenece, y sobre los árboles del campo, y sobre el fruto de la tierra, lo que resulte de su labranza por la mano del hombre; y ella, la furia del Señor, arderá y no se apagará, incluyendo la creación muy irracional e inanimada en el castigo del Señor, para infundir terror en el corazón de los hombres.

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