Soy como quien se burla de su prójimo, él se había convertido en el hazmerreír de sus propios amigos, quien invoca a Dios y Él le responde, es decir, yo que llamé a Dios y encontré audiencia, que había hecho la adoración de Dios. Dios, la regla de mi vida. El hombre justo y recto es objeto de burla, blanco de las burlas de quienes se llamaban a sí mismos sus amigos.

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