En cuanto a la tierra, de ella sale el pan, en su superficie los campos cultivados dan grano para el alimento del hombre; y debajo de él, en cambio, está levantado como si fuera fuego, cortado en pozos y galerías, como si el fuego lo hubiera devorado. El hombre no se satisface con los productos que brotan de la tierra, sino que busca tesoros en sus rincones más profundos.

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