Y Eliú, el hijo de Barachel, el buzita, respondió y dijo, abriendo su discurso con declaraciones calculadas para ganarse la buena voluntad de todos los antiguos oradores: Yo soy joven y ustedes son muy viejos, canosos por la edad; por tanto, tuve miedo, me contuve la timidez y el temor, y no me atreví a mostrarte mi opinión, dar a conocer el conocimiento que él poseía sobre este asunto.

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