entonces tiene misericordia de él, Dios mismo tiene misericordia del pobre mortal, y dice, es decir, al ángel que cumple su voluntad: Líbralo de descender a la fosa; He encontrado un rescate, una expiación, un precio pagado por la liberación. Tenga en cuenta que, en este punto, la aplicación bien puede hacerse a la expiación de Jesucristo, por la cual el hombre ha sido liberado de la muerte y la destrucción eterna.

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