Aunque digas que no lo verás, en tal caso en el que, como Job insistió, el Señor no mostraría Su rostro en absoluto, seguramente retiraría Su amable presencia por completo, sin embargo , el juicio está ante Él, es decir, la causa de Job que estaba tratando de defender; por tanto, confía en él. Mientras Job se sintiera así acerca de su caso, como para ser juzgado por la mano de Dios, es decir, que creyera que Dios no tenía la intención de permitir que prevaleciera la justicia, esperaría y confiaría en vano en una vindicación.

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