Dice entre las trompetas: ¡Ja, ja! relinchando con gozoso entusiasmo por la batalla; y huele a lo lejos la batalla, el trueno de los capitanes, y los gritos, los gritos de batalla de los soldados en batalla. De todas las descripciones poéticas del caballo de guerra en toda la literatura antigua, ésta, aparte del hecho de su inspiración divina, es la más antigua y la más hermosa.

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