Y sucedió que después de que el Señor hubo hablado estas palabras a Job, después de que Job hubo dado su respuesta arrepentida, el Señor dijo a Elifaz, el temanita, como portavoz y líder de los tres amigos: Mi ira se ha encendido contra ti y contra tus dos amigos, Bildad y Zofar; porque no habéis hablado de mí lo que es justo como lo ha hecho mi siervo Job, ellos habían persistido en su empeño de marcar a Job como un enorme pecador, culpable de delitos graves, habiendo concluido, por tanto, que las calamidades siempre resultan culpables, siendo esto una representación falsa de la manera en que Dios trató a Job.

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