Cuando me acuesto, digo: ¿Cuándo me levantaré y se irá la noche? El insomnio provocado por su terrible enfermedad le hizo desear que la noche pronto se fuera. Y estoy lleno de sacudidas de un lado a otro hasta el amanecer, cansado de su inquieto revoloteo en el esfuerzo por encontrar descanso.

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